entre la multitud de aquel hostal
oyó al fin su propia voz
a pesar del bullicio y el andar
navegó por caminos inciertos
rodó por mares de fuego
hundiéndose en su anhelada dicha
alcanzó así el nivel que deseaba.
A pesar de todo y de nada
contra mil mareas
aún en medio de malos pronósticos
acechó con furia su objetivo
con aplomo y desenfreno
sin mirar atrás
sin dudar ni un momento
creyendo al fin en su propio ser
¡siendo!, sin importar qué...
¡Allí, se elevó!.
Ánghela Marín
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